Este martes el presidente López Obrador se despidió de la directiva del Consejo Coordinador Empresarial, encabezada por Carlos Salazar, con quien se logró mantener una relación aceptable para el país en esta mitad del sexenio.
A partir del 3 de marzo existirá una nueva directiva por la que disputan Francisco Cervantes y Bosco de la Vega, de perfiles diferentes que pudieran entrar en algún tipo de confrontación con el Ejecutivo Federal por visiones opuestas en materia económica.
El CCE está integrado por el Consejo Mexicano de Negocios, la Asociación de Bancos de México, Coparmex, Concamin, Concanaco, el Consejo Nacional Agropecuario y la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, organismos cupulares del sector privado con voz y voto en el proceso electivo.
Bosco de la Vega, fue presidente del Consejo Nacional Agropecuario del 2017 al 2021 y hoy aspira a encabezar el CCE, mientras que Francisco Cervantes, surgido de la Concamin es quien parece ser cuenta con mayor respaldo para encabezar al sector privado mexicano.
De acuerdo con los que saben Cervantes cuenta ya con el respaldo de 5 de los 7 organismos cúpula, integrantes del CCE, con lo que aseguraría la presidencia.
Se estima que Cervantes es más negociador y garantizaría un tránsito más amable en las relaciones con el Gobierno Federal, sin dejar de representar los intereses de los grandes hombres del capital, que quieran o no necesitan de México y su gobierno.
Si todo transcurre en orden, como se espera, la nueva dirigencia del CCE buscará ampliar los canales comunicantes con el Gobierno Federal, el cual está dispuesto a darles cause siempre y cuando no vean solo por sus intereses pecuniarios sino también por el de la sociedad y la nación.
Veremos.
AHORROS
El comportamiento de los capitales golondrinos en México cambió su tendencia en las últimas 10 semanas y, a partir del primero de diciembre del pasado año a la primera decena de febrero del presente, incrementaron sus inversiones en portafolios nacionales por 45 mil 304 millones de pesos.
En los dos años anteriores se había observado una salida de capitales, pero en las últimas seis semanas hubo flujo positivo hacia títulos de deuda mexicana por 5 mil 340 millones de pesos.
Esto se explica porque el país ofrece márgenes más competitivos en América Latina, una tasa real positiva, y un descenso en la infección, esperada en 4.2 por ciento para este año.