Un cúmulo de destacadas personalidades han sido reunidos para conformar el Proyecto de Gobierno del Frente Amplio por México.
Grandes perdedores como Margarita Zavala, Santiago Creel, Enrique de la Madrid y hasta Javier Lozano conforman el grupo al que los dueños de la candidatura de Xóchitl Gálvez le confían la estrategia para convencer a la ciudadanía de que lo mejor para las siguientes elecciones presidenciales es votar por el amasijo conformado por los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática.
La estratagema parece una operación engañosa. De las figuras que propone Claudio X. González, a través de su vocera y candidata, la senadora Gálvez, ninguna tiene el carisma para revertir lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene en las encuestas de aprobación, cercano al 70% favorable.
¿Qué les hizo creer que bajo el huipil de Xóchitl, estos políticos que acumulan más antipatía lograrían sumar simpatizantes a su campaña?
Desde el fondo del barril de lodo le preguntamos al lector, ¿ve en esta alineación política una verdadera oposición al proyecto que ahora representa Claudia Sheinbaum, quien encabezará la candidatura del Movimiento de Regeneración Nacional?
Tal parece que en el Frente Amplio se empecinan en conformar la receta del desastre perfecto. Para competir por la presidencia, primero tendrán que lavar el rostro de la aspirante a quien se le acusa de, entre otras cosas, por plagio, y tráfico de influencias.
Y, después, la tarea de limpiar la historia reciente de los derrotados que ahora se presentan como el grupo de trabajo, base de la campaña electoral de un trío de partidos gastados en su discurso, que sólo suman fracasos en su haber.
También te puede interesar: La muerte de una estrella