El Gobierno Federal entra en el último año del sexenio acortado por la reforma constitucional para el primero de octubre próximo y el 2 de julio habrá de elegirse al sucesor o sucesora del presidente López Obrador.
Desde el 2018 la oposición, llámese PAN, PRI o PRD, no han dejado de lanzar acres críticos al gobierno morenista, pero ante la falta de serios razonamientos, de propuesta política y de proyecto de gobierno, sus señalamientos no han convencido a la mayoría que sigue fiel al Ejecutivo Federal, al menos en 60 por ciento de acuerdo con todas las encuestas.
Ya con el proceso electoral en puerta, el PAN, PRI y PRD integraron el llamado Frente Amplio por México (FAM) y ante el vacío encontrado en la sociedad para sus propósitos buscaron una figura que les ayudara a levantar interés. Xóchitl Gálvez fue la elegida y algún barullo armó, sin embargo, ya parece haber alcanzado su tope de penetración, amén de que tampoco ofrece un proyecto de nación, sino sólo mensajes aislados, disparatados y algunos hasta simpáticos. De ahí no pasa.
Por si todo ello fuera poco, Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, los impresentables dirigentes partidistas, no procuran la integración política para hacer a la ciudadanía una propuesta de gobierno alternativo, seria y fundada sino sólo críticas e insultos al vacío.
Para colmo, su interés no es impulsar la candidatura de Xóchitl, sino buscar posiciones electorales en las cámaras, gobiernos estatales, presidencias municipales en disputa, en las zonas donde piensan que pueden obtener el triunfo o al menos pelear la victoria.
Esta es la triste realidad de la oposición, en la que algunos de sus integrantes, como el yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín, el mexiquense Eruviel Ávila, o el hidalguense Miguel Ángel Osorio Chong, abandonan el barco que se hunde, para seguir navegando en el mar de la política, aunque sea en alguna lanchita.
SUSURROS
Para la Ciudad de México las cosas no pintan mejor para el FAM, como ellos lo piensan o quieren hacer creer. Si bien en el 2021 obtuvieron el triunfo en la mayoría de las alcaldías, esto fue derivado más por pleitos internos en Morena que por la solidez del PAN, PRI o PRD.
Acción Nacional es el partido con mayor voto duro en la capital, no más allá del 25 por ciento, pero el PRI y el PRD, lejos de poder ofrecer al menos los votos alcanzados en 2021, se encuentran desfondados. Por ello, no extraña el resultado de la encuesta publicada en un diario de la Ciudad, en la que Morena, PT y PVEM, alcanzan 47 por ciento de respaldo contra cerca del 33 por ciento del FAM, lo que da tranquilidad al morenismo citadino, así como al que vaya a ser su abanderado o abanderada para el 2024. Veremos.
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