La magnitud de la entrada de Otis no tiene presentes en Acapulco ni en México, tampoco la rapidez de su crecimiento de tormenta tropical a huracán en nivel 5 con categoría catastrófica. Pese a todo y a los daños por más de 30 mil millones de pesos, resultó benigno en pérdidas humanas.
Sin embargo, lo peor parece estar por llegar, los daños a las comunicaciones (telefonía e internet), sistema eléctrico, suministro de agua, distribución de gasolina, abasto de alimentos, trasporte y vivienda, podrán ser poco, aun cuando con rapidez se superen, pues la falta de empleo será el cáncer que se avecina.
La respuesta del gobierno, que muchos han catalogado de lenta, ha permitido paliar la urgencia ante la magna destrucción sufrida y en los próximos días seguramente se verán atendidas las más apremiantes necesidades de la mayor parte de la población, gracias al esfuerzo encabezado por la secretaria de Seguridad y Atención Ciudadana, Rosa Ícela Rodríguez.
Esto es lo inmediato y apremiante, pero viene la necesidad de reconstrucción en una ciudad que vive del turismo y en la cual el 85 por ciento de la oferta hotelera quedó destruida, con una pérdida de 63 de inmuebles en la costera y más de 270 mil viviendas afectadas, con daños que superan los 30 mil millones de pesos.
Las crisis, como esta, son también oportunidad, quizás este sea el mejor momento para impulsar un gran plan de relanzamiento de Acapulco, como el centro turístico de atracción mundial, como fue en décadas pasadas. Ello reclama la conjugación de esfuerzos de Gobierno, sector privado y sociedad en conjunto que logren inyectar en poco tiempo 300 mil millones de pesos o más para regresar al puerto su glamur, porque la belleza de la bahía persiste.
El presidente López Obrador aseguró que logrará la hazaña de poner en pie a Acapulco, pero no lo puede hacer solo, reclama la participación de todos los sectores y una determinación programática que podrá cubrir hasta todo el próximo sexenio. Veremos.
SUSURROS
Morena se echó para atrás, este lunes no anunció quiénes serán los ganadores de las encuestas que determinen quiénes competirán en las elecciones próximas para gobernadores en nueve entidades.
Las pugnas internas de los diversos grupos y aspirantes a gobernador, más la decisión del INE de que tendrán que ser por lo menos cinco mujeres las postuladas a esos puestos de elección popular, complicaron la decisión final.
Quizás sea en la ciudad de México donde la pugna interna sea más fuerte entre los duros que apoyan a Clara Brugada contra el supuesto favorito de Claudia Sheinbaum, Omar García Harfuch.
Unos dicen que el policía garantiza respaldo en las clases medias, pero los otros advierten que sin unidad se podrían ahuyentar de las urnas algunos de las clases populares no impulsados al voto por sus líderes en barrios y colonias. ¿Usted qué piensa?
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