Desde lo más profundo de mí ser, con la sinceridad de las montañas,
con el calor de las noches enamoradas y la fuerza de mi vientre
Sí, te ame.
Te amé todas las mañanas en tu infinita ausencia,
con la verdad de tus ojos verdes que en mi alma eran praderas,
te amé todos los lunes, te amé noches enteras.
Sí, te amé.
Te amé con cada lágrima, con cada risa
con tu mueca de enojada la noche que para siempre te despediste,
te amé cuando respirabas, te amé cuando partiste.
Sí, te amé.
Te amé con mis recuerdos, con risas y mil lágrimas,
te amé suplicando al viento que alguna tarde regresaras,
cada minuto una plegaria lance al cielo desesperada.
Así los días se hicieron años.
Así me quede anclada.
Así duermo cada noche…
Esperando tu llegada al alba.