Se dice que el detonador de la violencia en Zacatecas es el enfrentamiento entre cárteles que se disputan las rutas de trasiego de drogas por la estratégica entidad hacia Estados Unidos. No hay duda de ello, aunque sí puede haber otros elementos que atizan las llamas que hoy envuelven al estado.
En los últimos dos años Zacatecas ha visto incrementar los niveles de violencia por la incesante actividad del Cártel del Golfo, el de Sinaloa, el del Noroeste, una facción remanente de los Zetas, conocida como los talibanes, y el Cartel Jalisco Nueva Generación.
Esta entidad del centro-norte de la República da paso a San Luis Potosí, Aguascalientes, Jalisco, Nuevo León, Durango, Nayarit y Colima, y cada región estatal es controlada por algunos de los cárteles mencionados que podrían ser identificados aliados u oponentes de los dos mayores, el de Sinaloa y el de Jalisco.
Los asesinatos de El general José Silvestre Urzúa Padilla, coordinador de la Guardia Nacional en el estado de Zacatecas y el juez de control, Roberto Elías Martínez, sumado a la intentona de fuga de reos del penal de Cienaguillas y la quema de una veintena de vehículos y casetas de peaje en las carreteras para bloquear los caminos, hablan por sí solos de la magnitud de la crisis de seguridad que se vive en el estado.
No puede omitirse que Zacatecas está gobernado por David Monreal, hermano del presidente de la Jucopo del Senado de la República, Ricardo Monreal, aspirante rebelde a la presidencia de la República, todavía, por el partido Morena.
Estas circunstancias hacen mal pensar a muchos que incorporan el ingrediente político preelectoral que anticipadamente se vive en el país, como otro motivo de la cruenta lucha intestina sufrida.
La intervención de las autoridades federales es más necesaria una labor de conciliación política, porque hoy que todo está bañado por la lucha por la presidencia nada queda fuera de los reacomodos de grupos y grupúsculos que sólo ven para sí mismos en la lucha por el país.
SUSURROS
Otro estado en el que también hay que poner seria atención es el de Morelos, mal gobernado o desgobernado por el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco, donde se vive una seria crisis de Seguridad Pública.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), ubicó a la vecina entidad de esta capital en el primer lugar nacional en secuestro, el tercer lugar en feminicidio, el cuarto en violación y homicidio doloso, y el quinto en robo a transportista.
De dejarse las cosas como van podrían verse muy pronto situaciones como las que hoy padece Zacatecas, hay que evitarlo.
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