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La edición de julio-agosto 2022 promueve la diversidad y el respeto a la libertad.
- Se cuentan con las aportaciones de Cecilia Andrade, Omar Castro, Fernando Rocha, José Zenteno, Francia Perales, Carlos Zamora, Aldo Martínez, entre otros colaboradores.
- El nuevo número se puede descargar en versión PDF a través de: http://www.puntodepartida.unam.mx/
El proyecto de Punto de partida desde su creación, ha sido un espacio de expresión universitaria, fincándose en la creatividad propia de sus colaboradores para construir más y mejores columnas de conocimiento. La Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura tiene claro que lo que enriquece a la Universidad es la polifonía de voces, de rostros, de corporalidades y pensamientos de toda su comunidad. Con estas convicciones como bandera, las páginas y secciones de Punto de partida deben seguir siendo un lugar que refleje ese universo, con el respeto a la libertad de ser siempre colocado al frente.
Los textos del número 234 de Punto partida navegan en el claroscuro del Poder Ser: por un lado, son una manifestación del rechazo y la discriminación y por el otro, una afirmación de la identidad desde el amor, la sensualidad y el acompañamiento.
Para abrir el dossier de este número, nos encontramos con el poema de César Cañedo, “Provecho”, con una escena sobre lo que suele ser la primera respuesta familiar: la negación, el ocultamiento para que “no se note”. Le sigue el ensayo “¿Por qué tuviste que
decirle que la amabas a Mariana?, de Victoria Sohe, en el que las calles de Coyoacán son el hogar de sus primeros recuerdos del deseo, a los que también acompañan las primeras experiencias de negación de su bisexualidad. Después, Israel Nicasio nos comparte “Sueño de Castelcutó”, un poema que utiliza la ortopedia como metáfora de la idea de que la homosexualidad es algo que debe corregirse y, en consecuencia, de todo el dolor que acarrea la obligación de ser algo que no se es.
Continuamos con “Toda línea se desdibuja”, de Iza Rangel, un poema que manifiesta la profunda exploración de la identidad en transición y de los bordes de sí mismo. También, Luis Romani narra cómo la obsesión del protagonista con su crush y consigo desemboca en un encuentro no correspondido en el cuento “El stalker y yo”. Citlalli Santos escribe “Niña rabia”, un poema breve que retrata cómo dos mujeres crean un refugio íntimo a partir de la ternura y la resistencia que contrasta con el ruido del afuera.
El Carrusel de este número comienza con dos minificciones de José Zenteno Aguilar para la sección de Cuentagotas. Después, para Heredades, Jöchi Minh escribió un homenaje amoroso y entrañable a Pedro Lemebel, “la infinita rabia marica” como lo llama le autore. Cecilia Andrade toma el Entre voces de esta edición con fotografías y una entrevista a Vicky Letal Apocalipstick, Anarka y Lova, tres integrantes de la escena voguera en la Ciudad de México, a propósito del Kiki Ball que tuvo lugar en el Centro Cultural Tlatelolco durante la Fiesta del Libro y la Rosa en abril de este año.
Si bien muchos de los textos en este número son un testimonio de que siguen presentes las limitaciones a vivir en libertad la identidad y la sexualidad, el título tiene el ánimo de remar hacia el otro lado, hacia un camino en el que todas, todes y todos podamos ser sin explicaciones de por medio, sin tener que disimular, sin que amar implique ser valientes.