Que no le digan…
Interesante está siendo la lucha para contender por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Al menos encontramos dos frentes. Uno, en el que participan para ser la o el Coordinador de Comités de Defensa de la 4T. En el otro, como diría aquel temido cacique y gobernador guerrerense, Rubén Figueroa: “La caballada está flaca”; es decir, que no hay prospectos de buena monta que le den pelea a los morenistas.
Cuando el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de la CDMX, Omar García Harfuch (OGH) anunció su pretensión, generó fuertes críticas y provocó serias molestias, particularmente de una corriente de izquierda militante de Morena, pero también de quienes no participan en este partido, -también de izquierda-, pero que simpatizan con el movimiento fundado por Andrés Manuel López Obrador.
García Harfuch llegó en 2019 a la secretaría de seguridad de la capital a invitación de Claudia Sheinbaum. Ha encabezado las encuestas por la Jefatura de Gobierno. Se dice que si fuera el candidato de Morena, este partido tendría segura la victoria.
Pero aun así, muchos morenistas no están de acuerdo de que él sea su candidato. Lo ven como un “problema” por no ser de izquierda. Suponen que podría replicar la “traición” de Miguel Ángel Mancera, quien terminó aliado al gobierno de Enrique Peña Nieto. El de Mancera fue un gobierno caracterizado por su lejanía al proyecto social de izquierda que enarbolaba en aquel momento el partido que lo postuló, el PRD.
Otro de los aspectos que hay que tener en el radar, es que de ganar García Harfuch, en automático, se convertiría en un fuerte candidato a la Presidencia de la República en el 2030, y quienes no lo ven con buenos ojos, suponen también, que en caso de que ganara la elección de ese año, significaría un retroceso en el proyecto de la Cuarta Transformación.
Sin embargo, cuando Mancera fue jefe de Gobierno, el PRI lo “tentó”, amén de que su formación político-ideológica no era el de una persona de izquierda. Nunca lo fue. En el caso de OGH, de ganar, tendría enfrente, en Palacio Nacional, a su ex jefa en la CDMX, a Claudia Sheinbaum quien, es muy probable sea la ganadora de la elección presidencial, por lo que OGH, tendría que trabajar en consonancia con el gobierno federal, por lo que estaría impedido a actuar como Mancera lo hizo, y menos si aspiraría a ser presidente de México.
Clara Brugada es la otra carta que Morena tiene. Es un personaje cuyo perfil es netamente de izquierda. Es licenciada en economía por la UNAM. Ha militado en diversos movimientos sociales de la ciudad que han reivindicado el derecho a la vivienda, “como fue el Movimiento Urbano Popular y la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata”. Participó en el PRD, cuando este partido era de izquierda; ha sido diputada local y federal, además senadora.
En 2009 fue designada jefa delegacional de Iztapalapa al ser aprobada la propuesta del jefe de Gobierno. En 2018 fue electa alcaldesa de Iztapalapa para el periodo 2018-2021, y en el 2021 fue reelecta con el 57.7% de los votos.
Hace unas tres semanas en el portal Pie de Página, Dulio Rodríguez publicó un reportaje de la demarcación que días antes había dejado Brugada para buscar ser Coordinadora de Comités de Defensa de la 4T: “El 70 por ciento de la gente que vive en Iztapalapa aprueba la gestión de Clara Brugada. Tanto la alcaldesa como sus habitantes dicen ser testigos de una transformación incomparable en la calidad de vida en la alcaldía más poblada y compleja de la ciudad; transformación que la podrían llevar a la jefatura de gobierno”.
Este hecho es reconocido, incluso por opositores, pues como gobernadora de Iztapalapa, transformó el municipio más poblado del país. Un ejemplo de los éxitos de Brugada son las llamadas “Utopías”, “espacios que promueven el cuidado del medio ambiente, donde se ofrecen actividades que van desde talleres de creatividad, arte, diseño digital y teatro; hasta clases de natación, box o judo, pasando por círculos de lectura, ciclos de cine-debate, torneos deportivos o recorridos temáticos de cultura ambiental, identidad y memoria histórica, ciudadanía y derecho a la ciudad”.
Omar García Harfuch y Clara Brugada. El policía “guapo” frente a una luchadora social. Al primero se le reconoce importantes logros en materia de seguridad en la CDMX; a la segunda, el haber logrado transformar socialmente a la alcaldía que gobernó, lo que permitió, se ha reconocido, que hoy es menos problemática y menos peligrosa que hace unos años. Mariana Boy, es relleno.
En el Frente Amplio por México (FAM), del lado de la derecha, como ya decía, la “caballada está flaca”. Quienes han expresado sus intenciones de ser la o el candidato, son poco conocidos por los habitantes de la CDMX; además muchos de ellos y ellas están señalados por posibles “transas” durante sus responsabilidades de gobierno.
Están la alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía limón, Adrián Rubalcaba, alcalde priista de Cuajimalpa, el coordinador parlamentario perredista, Luis Espinosa Cházaro y, entre otros, el alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada. Este último, ha sido famoso porque la Fiscalía de la Ciudad de México (FGJCDMX), lo ha señalado de participar en una red de corrupción inmobiliaria donde han sido parte varios funcionarios panistas, acusados de ser partícipes de esos actos fraudulentos.
A esta “caballada” se ha sumado, por decisión propia, la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, quien pidió licencia para separarse del cargo y hacer precampaña. Para su desgracia, las dirigencias estatales del PAN, PRI y PRD, no la ven ni la oyen; no la quieren. Ella mima se ha quejado de que la están excluyendo del proceso interno para elegir quién va a ser su candidata o candidato.
Y es que, ni ella se ayuda. Le gusta ir de escándalo tras escándalo. Tan sólo hay que recordar las “pelotas” con billetes de 500 pesos que repartía; los volantes que se encontraron en la alcaldía en contra de Claudia Sheinbaum; sus actos de gobierno prepotentes. No hay que olvidar cuando cacheteó a policías o cuando advirtió a vecinos de la unidad habitacional “La Fortaleza”, en Tepito, que si apoyaban a otro partido, ella no los ayudaría a remodelar los edificios.
Otra gran mancha sobre Cuevas, es aquella filtración de “Guacamaya Leaks” que encontró, en documentos que extrajo electrónicamente de la Secretaría de la Defensa Nacional, que Cuevas tiene nexos con el cártel de la Unión Tepito.
O su más reciente escándalo que encabezó en la Central de Abasto de la CDMX, donde un grupo carretilleros la echó del lugar, pues no había pedido permiso para realizar un acto proselitista. Cuevas llegó, como lo ha hecho como alcaldesa, de manera prepotente en su cuatrimoto, gritando, insultando, seguida por un grupo de golpeadores quienes están en la nómina de la demarcación, pero participan en su campaña, incluso el equipo de prensa que ha venido trabajando con ella, utiliza la estructura de la alcaldía para publicitar los actos de campaña de su jefa.
Que no le cuenten…
Grave error querer quitar de la encuesta en Morelos a la Senadora con licencia, Lucía Meza. Buscan desparecerla de facto del estudio demoscópico. El Consejo Estatal de Morena “está siendo controlado por Ulises Bravo Medina, hermano del Gobernador Cuauhtémoc Blanco y, otra parte por Rabindranath Salazar Solorio. En Morelos se dice que entre ambos grupos se quieren repartir el estado.
Apenas hace poco menos de un mes, La Jornada Morelos publicó que “cinco casas encuestadoras nacionales la califican (a Lucía Meza) como la favorita para ganar la encuesta de Morena, por estar arriba de las preferencias ciudadanas”. Berumen 16%, Rubrum 20%, Massive Caller 24.4%, Demoscopia 34.9% y CE Research 24%. “Todas por encima de las y los demás aspirantes morenistas”.
Como dice el presidente López Obrador, “que la población vote”.