Que no le digan…
Termina este 2023. El quinto año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador quien llegó a Palacio Nacional con el peor de los vaticinios por parte de la derecha política y económica y de un grupo de periodistas que vaticinaban que el país se iría al abismo; que las y los mexicanos viviríamos la misma suerte que los venezolanos o los cubanos.
Efectivamente “nunca sabremos qué tan eficaz podría haber sido el primer gobierno de la 4T”, porque al inicio del segundo año de la administración, la pandemia de COVID-19 “golpeó fuertemente a la economía global, luego vinieron los efectos de la pandemia y la invasión de Ucrania por Rusia”.
La narrativa descalificadora era la misma: “el gobierno morenista nos está llevando a una crisis política y económica”. Cientos de textos hablaban de lo mismo: “México en el Precipicio; el fracaso económico de la 4T”, escribió un libro el economista Macario Schettino, quien en el programa de canal 11 “Poder y Dinero”, ha tenido toda la libertad de expresar sus puntos de vista sobre lo que para él ha sido el “fracaso económico” del gobierno que, asegura en su obra, es producto del “autoritarismo, atavismos y ocurrencias” del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En 2018, año de las elecciones presidenciales, el director de El Economista, Luis Miguel González, aseguraba que si ganaba AMLO, habría menos inversión extranjera, y si continuaba con su discurso de que echaría atrás las reformas neoliberales, como la eléctrica, el peso se devaluaría y el dólar llegaría a costar entre 25 y 27 pesos, incluso se hablaba de que podría cotizarse en 35 pesos.
De esto se hicieron eco muchos periodistas como Ricardo Alemán; Sergio Sarmiento, Pascal Beltrán, David Páramo o Leo Zuckermann; igual columnistas de temas políticos, financieros, quienes durante todo este tiempo aseguraban que el morenista iba a encabezar el “peor gobierno de la historia del país”; que el dólar se iría por las nubes; que el futuro de las y los mexicanos era de “pavor”.
Sin embargo, el peso mexicano fue una de las pocas monedas que logró apreciarse frente al dólar estadounidense, debido al diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos y otros factores que le beneficiaron, pero al fin y al cabo hoy, a una semana de terminar el 2023, se cotiza en 17 pesos, cuando en 2019 era de 19.25.
Y aunque la inflación empezó a crecer desde principios de 2021, el mismo Banxico ha asegurado que este aumento general ya se encuentra en niveles bajos de acuerdo a su comportamiento histórico, pero que esto “no significa que el proceso des-inflacionario deba darse por sentado”.
El cuento ese de: “Ahí viene el lobo”, fue puro cuento. Tan sólo las ganancias de los bancos, el año pasado, tuvieron un aumento del 20.6%, alcanzando un récord. Hace seis meses, Rolando Vega Sáenz, presidente del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), informó que los empresarios presentaron al presidente Andrés Manuel López Obrador proyectos de inversión por alrededor de 30 mil millones de dólares para 2023, y reconocieron que “la economía nacional va mejorando con un crecimiento estimado de entre 2.3 y 2.5%.
Son varios los elementos que han influido para que se cuente con un “superpeso”, desde factores estructurales; las exportaciones mexicanas a EU han ido a la alza; lo mismo que el nivel de las remesas de nuestros paisanos en EU; no se diga que, al tercer trimestre de 2023, la Inversión Extranjera Directa (IED) fue de 32 mil 926 millones de dólares (mdd), monto 30 por ciento superior al tercer trimestre de 2022, el cual registró 25 mil 272 mdd, según la Secretaría de Economía del gobierno federal.
Además, el gobierno “ha sabido mantener un balance fiscal manejable, con un nivel de deuda pública sobre el PIB que no está muy arriba de 50 por ciento”; “se generan condiciones de certidumbre entre los inversionistas, que no ven riesgos de una crisis fiscal en el corto plazo”. (El Financiero/Enrique Quintana).
Organismos internacionales fueron también voces cantantes para alarmar de que México viviría un panorama ca-tas-tró-fi-co. El Fondo Monetario Internacional (FMI) llegó a predecir: “entre 2020 y 2021, México será el país con la mayor caída en la producción”.
Hoy, el mismo organismo, en una publicación del pasado mes de octubre (“Observaciones de las misiones”) señala: “La economía mexicana se encuentra en plena expansión. Se espera que el crecimiento sea del 3.2% en 2023, impulsado por la solidez del consumo del sector privado y la inversión, así como por un notable vigor de los sectores de servicios, la construcción y la producción de automóviles. (…) El claro registro del apoyo brindado a Pemex en el presupuesto de 2024 —tanto gastos fiscales como transferencias directas— constituye un avance positivo”.
Además se reconoce: “Esto se ha traducido en unas tasas de desempleo históricamente bajas y unas tasas de utilización de la capacidad productiva históricamente altas. Las autoridades han mantenido la deuda pública bajo control. La política monetaria se centra acertadamente en reducir la inflación. Se prevé que el crecimiento económico se modere a 2.1% en 2024”. https://www.imf.org/es/News/Articles/2023/10/03/mexico-staff-concluding-statement-of-the-2023-article-iv-mission#:~:text=La%20econom%C3%ADa%20mexicana%20se%20encuentra,y%20la%20producci%C3%B3n%20de%20autom%C3%B3viles.
Los “analistas” de la economía que antes eran bastante condescendientes en sus “críticas” hacia los gobiernos panistas y priístas, con dedo flamígero hace poco aseguraban: “Desde antes de que atacara al mundo el coronavirus SARS-CoV-2, las malas decisiones de AMLO y su equipo ya habían afectado la marcha de la economía mexicana que, después de crecer 2.2% en 2018, disminuyó 0.2% en 2019”.
El propósito sigue siendo, como lo fue antes de que iniciara la administración lopezobradorista, crear entre la población un clima de incertidumbre, de miedo, de arrepentimiento, de castigo por haber votado por el proyecto de la 4T, y sembrar la convicción de no volverlo hacer.
El salario mínimo es uno de los logros de AMLO en favor de la clase trabajadora, que los sindicatos oficiales y los gobiernos priístas y panistas les negaron con el argumento de que los aumentos salariales eran inflacionarios. López Obrador demostró que eso era un cuento chino.
El recién incremento al salario mínimo fue del 20%, con lo que se mantiene la política de recuperación del poder adquisitivo. El salario mínimo pasó de 88.36 pesos diarios en 2018 a 248.84 en 2024.
Apenas el miércoles pasado, el mismo FMI reconoció que México avanzó en el último año cuatro posiciones en el grupo de las 20 mayores economías del mundo, superando a Corea del sur, España y Australia (La Jornada), mientras que “se espera que la economía cierre el año fuerte y firme a tasa anual durante noviembre de 4.2% frente al mismo periodo de 2022”.
Otra fue la historia.
Para refrescar la memoria, el pasado 29 de agosto, Enrique Galván Ochoa publicó en su columna “Dinero” de La Jornada, hechos que nunca ocurrieron, y que se escandalizaba íbamos a “sufrir”; nos hacen recordar todas las mentiras, los vaticinios fracasados, de quiénes, al final, sus “prestigios”, esos sí, se depreciaron.
“No se ha devaluado la moneda nacional. No ha huido la inversión extranjera. No se ha desplomado la Bolsa Mexicana de Valores. No se han disparado la inflación ni la carestía. Hay 20 millones de familias recibiendo algún tipo de apoyo económico del gobierno; 12 millones son adultos.
“No ha habido gasolinazo. No hay millones de personas con hambre deambulando por las calles. El empleo y el salario han crecido. Se ha venido abonando la inmensa deuda heredada del prianismo con escrupulosa puntualidad, incluso el Fobaproa.
“No se ha peleado con el Presidente de Estados Unidos. México no es otra Venezuela. No tiene la intención de quedarse como un dictador vitalicio. No ha suprimido la libertad de expresión y de asociación, la mayoría de los medios lo critica cotidianamente hasta el insulto. Hay absoluta libertad religiosa. No ha subido los impuestos”.
“(…) Sus predicciones sobre el fracaso económico del gobierno de la 4T resultaron fallidas. No es perfecto. Heredará a su sucesor(a) el problema del crimen y la impunidad”. https://www.jornada.com.mx/2023/08/29/opinion/006o1eco
Que no le cuenten…
¿Para qué sumar negativos si las encuestas hablan que está más de 30 puntos arriba de la señora X? Fuerte la caricatura (el jueves) del monero Hernández en La Jornada. ¿Entonces eso de no mentir, no robar, no traicionar, valeeee m…s?
Termina este 2023; agradezco a todos y a todas quienes hacen un espacio en su tiempo para leerme y a quienes publican en sus portales mis textos. Les mando un fuerte abrazo; que esta Navidad sea de alegría y de mucho amor en familia. Sé, no descarto, que por ahí seguiremos viendo y escuchando vaticinios catastróficos. Que la historia del 2024 sea mucho mejor.