Historia
Cuenta el padre solano
que en los días de la colonia,
cuando navegantes de todos los países europeos
vendían negros en centro américa y nueva orleans,
en uno de esos viajes
los cautivos lloraban con tal estrépito
que los negreros sin poder tolerarlo
ordenaron que se callaran.
Solo un niño de pecho no se calmaba,
vino entonces un marinero y desprendiéndole de su madre
le lanzó al mar.
Julio Pazos Barrera
1982