Los gobiernos de Estados Unidos, y en sí todo el sistema político del vecino país, están acostumbrados a culpar a cualquier nación de lo que ellos provocan sea en el orden político o delincuencial.
Ahora un grupo de Legisladores Republicanos pretenden llevar al pleno de la Cámara de Representantes, a través del Comité de Asuntos Exteriores del Congreso, una iniciativa para autorizar a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos intervenir en otras naciones en contra de “los responsables del tráfico de fentanilo o de una sustancia relacionada con el fentanilo, o de llevar a cabo otras actividades relacionadas que causen la desestabilización regional en el hemisferio occidental”.
Esta iniciativa denominada “Resolución sobre la autorización del uso de la fuerza militar para combatir, atacar, resistir, apuntar, eliminar y limitar la influencia” de las drogas, que llevaría a actuar contra aquellas naciones extranjeras, organizaciones o personas afiliadas a grupos que conspiren o intenten traficar fentanilo a EU, es el pretexto para intervenir en México.
El gobierno del país del norte pretende invadir con sus fuerzas armadas otras naciones cuando la suya es la principal causa del narcotráfico mundial al ser el país de mayor consumo en el orbe.
Allá esta no sólo el principal centro de consumo sino también la mayor red global de distribución de todo tipo de estupefacientes y, si por ello fuera poco, también son la fuente de financiamiento de producción, tráfico y distribución lo largo y ancho de toda la Unión Americana.
Otro agravante y causal del estéril combate al narcotráfico es la venta de armamento sofisticado a los carteles de la droga que así logran evadir, en muchos casos, su detención o freno.
Hasta ahora esta propuesta republicana no ha sido presentada al pleno de Representantes, pero si llegara a transitar sería la más grave amenaza a México de las últimas décadas, por lo que es importante frenar tales propósitos.
Habrá que cerrar filas para impedir estas agresiones.
SUSURROS
Estadísticas van y estadísticas vienen en torno a las preferencias ciudadanas para elegir al nuevo presidente o presidenta de México para el próximo sexenio y en todas prevalece, más o menos la misma tendencia.
Siempre Claudia Sheinbaum Pardo arriba, con cómoda ventaja ante Marcelo Ebrard, muy por arriba de Ricardo Monreal y Adán Augusto López.
Falta un año tres meses para los comicios federales y si la proyección sigue no habrá dudas para la elección del candidato o candidata de Morena. Veremos.
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