Las belicosas palabras del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en contra del presidente de Rusia, Vladimir Putin, más que respaldo a su radical posición provocaron serias discrepancias con gobernantes de la Unión Europea como Emmanuel Macron, presidente de Francia y Olaf Scholz, canciller alemán.
Ambos mandatarios europeos se deslindaron de los calificativos de Biden a Putin de “carnicero”, y de su sentencia de que “no puede permanecer en el poder”.
Incluso el Secretario General de la ONU, António Guterres, tan plegado siempre a las decisiones de Washington, ahora se desmarcó totalmente del presidente de EU y aseguró que “necesitamos una desescalada militar y retórica”, para poder dar salida diplomática a la guerra de Ucrania.
Lejos de su intención Biden y Estados Unidos quedaron exhibidos por sus propios aleados, lo cual resultó muy positivo para destensar la zona de conflicto y buscar una salida negociada urgente que no solo recupere la paz en Ucrania, sino sobre todo que aleje el peligro de una guerra nuclear mundial.
No se puede omitir que Dmitri Medvédev, hizo referencia a sus ojivas mundiales tras escuchar las desproporcionadas amenazas del presidente estadounidense.
A ninguna nación del mundo conviene prolongar la guerra de Ucrania, como pretende la poderosa industria armamentista del vecino del norte, porque las alteraciones económicas globales, con una incesante inflación solo traerán mayor pobreza y desasosiego a la población mundial.
Por lo pronto deben proseguir las pláticas de paz entre Rusia y Ucrania para encontrar un acuerdo negociado que garantice la neutralidad de Kiev y se recobre la normalidad en la vida de su población.
SUSURROS
A menos de dos semanas de la consulta de Revocación de Mandato, la popularidad y aprobación del presidente López Obrador va en aumento.
La positiva reacción mayoritaria sobre la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), fue lo que marcó el repunte, luego de una baja por los escándalos de la llamada “Casa Gris”.
El INE instalará apenas un tercio de las casillas que monta en los comicios federales normales, lo que habrá de reflejarse en una menor votación, aunque los impulsores de la consulta no dejan de promover este evento de democracia participativa, en el que los ciudadanos tienen en su mano la decisión.