Ahora se llama así. Durante decenas de años tuvo el antiestético nombre de “Distrito Federal”. Horror. Siendo una de las ciudades más antiguas de América, el destino la ha tratado mal por ser el centro de lo que ahora es México: Mexico-Tenochtitlan centro imperial, la Muy Noble, Insigne, Muy Leal e Imperial Ciudad de México centro virreinal y desde 1824 fue el Distrito Federal hasta el 2016. Cualquier ciudad en el mundo con casi 200 años de antigüedad tiene un sello que la identifique de las otras ciudades locales e internacionales. En el extinto Distrito Federal nadie se pudo identificar con la ciudad y tenerla cerca de sus emociones y sentimientos como los tienen en otras ciudades nacionales.
También es cierto que la capital de México se convirtió en un imán para las personas que vivían en la provincia y querían superar su estatus social. Llegaron de todo el país y se creo una mezcolanza de culturas (locales) impresionante. Así nació, por ejemplo, la comida que conocemos como chilanga. Que ésta definición es una historia aparte.
¿Qué sucedió entonces con la identidad? Que nunca llegamos, los nacidos aquí, a establecer un vínculo como lo tienen todos los habitantes de los 31 estados de la república. No sólo estatal, sino regional e incluso local. Ser yucateco es sentir orgullo. Ser chihuahuense es sentir orgullo. Ser colimense es sentir orgullo. Ser huasteco, maya, totonaco es sentir orgullo. Ser de Iguala o Oaxaca o Guanajuato o Monterrey es sentir orgullo. Ser del Distrito Federal era estar en el limbo de la identidad nacional. Ahora ya se comienza a hablar con orgullo de la Ciudad de México.
Cada lugar mencionado arriba, tiene un significante muy fuerte para sus naturales.Lo que pasó con el muerto DF es que cualquier motivo es nacional. Sede de los tres poderes nacionales, de la UNAM, del IPN, de la UPN, de la ENM, de los Juegos Olímpicos (en su mayoría), Palacio Nacional, del Auditorio Nacional, del Museo Nacional de Antropología, del IMSS, de la SEDENA ¡hasta de la Marina! A 2240 msnm. Todo aquí. El escudo nacional es el símbolo de la fundación de Mexico-Tenochtitlan. Muchos piensan que los dos volcanes gigantes pertenecen a la Ciudad de México. No. El que pertenece a la Ciudad de México es el Ajusco (lugar de las flores de agua o floresta como lo nombró Alfonso Reyes) que es un pico muy alto: 3930 msnm (noveno pico más alto de México). Poco más
del doble del Cerro de la Silla del que tan orgullosos se sienten los regios. El Ajusco es una montaña formidable y en sí todos los picos del sur de la Ciudad de México que se conocen dentro de la Sierra Chichinautzin. Sólo nos queda como río vivo el Río Magdalena que baja del punto conocido como Los Dinamos y que surte agua a una parte de la población de La Magdalena Contreras. Unbello lugar como el conocido Desierto de los Leones que también tiene un pequeño riachuelo. Todos los demás ríos hoy son ríos del transporte de personas y mercancías. Autos y camiones peleándose por llegar a su destino. Los ríos entubados son acueductos de aguas negras que se expulsa hacia el estado de Hidalgo. La vieja ciudad de los mexicas, luego la capital del virreinato y desde la independencia, nuestra capital y casa para quienes nacimos aquí, guarda muchos secretos, rincones, lugares, restaurantes, cafeterías, pero siempre con un aroma de grandeza por todo lo que en ella existe y ante todo, por nosotros su población. A pesar de tantas tragedias en su historia, nuestra ciudad es generosa, amable, risueña. En el 2025 se cumplen 700 años de su fundación por parte de los chichimecas-aztecas. Disfrutaremos junto con la Señora con bailes, pasteles, ferias, bebidas y con mucho corazón por ser originarios de esta belleza de
lugar: Ciudad de México.