Con todas las corcholatas, tres con posibilidades y tres más de relleno se inició la carrera por la candidatura de Morena a la presidencia de la República, pero en realidad será la de la nominación presidencial, pues en la oposición muy poco se observa.
Sin embargo, esta carrera no será a pista plana, sino con grandes obstáculos por lo menos en los siguientes 75 días, hasta que sea definido quién será “la defensora o defensor de la 4T”, eufemismo con el que se denominará al abanderado de Morena hasta que sea oficialmente designado candidato a la Presidencia.
Los obstáculos ya empiezan a notarse, como lo sucedido en la asamblea morenista cuando un grupo se manifestó contra Claudia Sheinbaum, o las acusaciones contra Marcelo Ebrard por supuestamente recibir departamentos a cambio de favores. Hasta el presidente López Obrador tuvo que salir en su defensa. Pareciera que esto es apenas el principio de golpes bajos y patadas bajo la mesa, entre los dos punteros de todas las encuestas, Sheinbaum y Ebrard, aunque hay que decirlo siempre es ella la que va arriba.
Quizá el golpeteo abierto y encubierto entre las corcholatas sea el problema menor que enfrenta el proceso de selección interna escogido por Morena para esta sucesión presidencial, porque las demandas interpuestas por la oposición contra el partido oficial y sus aspirantes por violaciones a la ley electoral pudieran tener sustento jurídico y proceder en contra de los precandidatos.
El INE y sobre todo el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, tienen facultades hasta para impedir la postulación de quienes violen la ley con actos anticipados de campaña.
Las siguientes semanas serán definitorias para el futuro de las corcholatas de Morena y del país.
SUSURROS
Otros factores por ver son las actuaciones de los nuevos funcionarios en áreas tan importantes como la secretaria de Gobernación o la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Luisa María Alcalde Luján y Martí Batres Guadarrama, cubren las vacantes dejadas por Adán Augusto López y Claudia Sheinbaum respectivamente, bajo el supuesto de cumplir sus funciones con bajo perfil, pero bien podría ser diferente y convertirse en actores de primer orden en la administración federal y sobre todo en sus intenciones y acciones en torno a la selección de candidatos a la presidencia.
Igualmente, en el Senado habrá que observar cómo trabaja el nuevo líder de la Jucopo, Eduardo Ramírez, todo ello se sabrá muy pronto. Veremos.
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