Desde el ala extrema de la derecha se quiere utilizar el nuevo modelo educativo mexicano propuesto por la SEP para ganar adeptos contra el régimen obradorista especialmente en la sensible clase media.
Es claro que la clase acomodada que mantiene el control de la enseñanza de las escuelas particulares, desde preescolar hasta profesional, han trabajado desde décadas atrás al margen de los lineamientos de la educación pública nacional, con supuestos religiosos y del sector privado que fortalecen su idiosincrasia desnacionalizada y gringofílica.
Por ello, el rechazo a los nuevos libros de texto gratuito planteado en la Nueva Escuela Mexicana, no es, curiosamente, nada gratuito, sino por el contrario, muy interesado en mantener privilegios con un modelo económico, social y político que permita el sometimiento de las mayorías para el beneficio de unos cuantos, y además aceptado como destino manifiesto.
El nuevo modelo educativo mexicano, en su libro inicial, se plantea como el resultado de “una lucha social histórica” que busca trascender la lógica de mercantilización construida en los libros de texto de los modelos educativos anteriores.
La intención actual es transitar hacia un sistema escolar descentralizado, abierto, dinámico que impulse aprendizajes críticos, con el objetivo de disminuir la incompetencia del conocimiento técnico, el cual considera a los estudiantes como los desposeídos de los problemas fundamentales en su vida cotidiana.
Además de la crítica fundamental, la derecha tiene la esperanza de que con la bandera educativa obtenga un mayor número de votos en los comicios federales del próximo año, bajo la añeja amenaza de que los nuevos libros de texto son comunistas, como grotescamente ha planteado el supermillonario dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, que en campaña abierta desde su televisora quiere “meter miedo” a los padres de familia, pero a la gran mayoría sólo provoca estentóreas carcajadas.
Habrá que abundar mucho más en la explicación de lo que es la Nueva Escuela Mexicana para alejar los fantasmas de los que algunos se quieren valer para seguir llevando agua a su molino, sólo a su molino.
SUSURROS
Para seguir con el tema educativo y desmentir a posiciones retrógradas, en Alemania la responsabilidad de proporcionar educación sexual a niños y niñas es deber exclusivo del Estado a partir de la educación básica por lo tanto los padres y madres no tienen derecho a decidir si sus hijos o hijas deben o no acudir a recibir esta educación.
Además de enseñar de métodos anticonceptivos y aspectos biológicos de la sexualidad, maestros y alumnos discuten sobre la igualdad de género, los valores sociales y las emociones relacionadas con la sexualidad. Se aborda la educación sexual desde una perspectiva holística.
Para la Unesco, la educación sexual es tema urgente en las escuelas y de ninguna manera incentiva comportamiento sexual de riesgo.
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