El notariado en México, históricamente dominado por hombres, vive una transformación significativa en términos de inclusión femenina. Gracias a iniciativas impulsadas por el Instituto de Investigaciones Jurídicas del Notariado (IIJN) y el Colegio de Notarios de la Ciudad de México, se han implementado acciones afirmativas que buscan abrir espacios para que más mujeres participen en esta importante labor jurídica.
Ana Treto Colín, directora administrativa del Instituto, subraya el impacto de estas iniciativas: “La participación de las mujeres notarias ha sido mucho más relevante en los últimos 10 a 15 años, un 40 por ciento mayor a cuando inició”. Este progreso refleja un esfuerzo concertado para disminuir la brecha de género que, durante décadas, ha mantenido al gremio predominantemente masculino.
Entre las acciones más destacadas están los programas de preceptoría exclusivos para mujeres, diseñados para ayudar a las abogadas a prepararse para los exámenes de acceso. Estos ejercicios son simulacros que permiten a las aspirantes practicar situaciones cercanas a la realidad, como lo explica Ana Treto, “se ha hecho esta investigación sobre las necesidades de las abogadas, particularmente en cuanto al equilibrio entre el trabajo y las responsabilidades personales. Por eso abrimos el Colegio los sábados sólo para ellas”. Este espacio les permite enfocarse en el estudio, un recurso que se ha identificado como esencial para nivelar el campo de juego.
Otra medida innovadora ha sido la creación de una cabina de lactancia dentro del colegio, la cual no sólo beneficia a las abogadas, sino también a todo el personal y visitantes que requieran un espacio seguro y digno para atender a sus hijos. Estas iniciativas reflejan una sensibilidad institucional ante los desafíos particulares que enfrentan las mujeres en su vida profesional.
Por su parte, Brenda Lucía Sánchez, abogada y aspirante a notaria en la Ciudad de México, reconoce que la igualdad de género ha avanzado en el ámbito notarial, con reformas que permiten el acceso equitativo tanto a hombres como a mujeres. “En términos de ley, la notarial establece las mismas condiciones de acceso al notariado; en lo que se refiere a la preparación que debe tener cualquier abogada para competir por una patente, se ha visto beneficiada con apoyos que son una oportunidad para que las jóvenes que estén interesadas en estudiar la carrera de Derecho, o bien las que son estudiantes y realizan prácticas o pasantías, así como las abogadas que ya colaboran en notaría, consideren como una meta profesional desarrollar la carrera notarial”, comenta.
Los Retos del Acceso y la Meritocracia
A pesar de las acciones afirmativas, el acceso al notariado sigue siendo un reto complejo. En la Ciudad de México, este proceso es especialmente riguroso, ya que se basa en un examen de oposición, al cual únicamente acceden los candidatos mejor preparados. Rosalía Pérez, abogada de notaría, con años de experiencia, resalta lo exigente del proceso: “Es un verdadero concurso en el que gana el más calificado… no lo gana cualquiera”.
Para ella, el camino ha sido una carrera de resistencia, que ha requerido conocimientos técnicos y fortaleza emocional. “No es lo mismo decir tengo la vocación notarial, a decir quiero ser notario. Implica muchas consecuencias, desde una gran disciplina hasta sacrificio”, comenta en referencia a su propio proceso.
A pesar de estos desafíos, Pérez resalta el apoyo recibido de las instituciones como el Colegio de Notarios y el IIJN, que la acompañaron durante todo su proceso formativo. “Con el acompañamiento que me han hecho, me impulsaron a tener la determinación para querer ser notaria e intentarlo una y otra vez”.
Disparidad de Género: ¿Qué Reflejan los Números?
Uno de los aspectos que más se discute es la persistente disparidad de género en la profesión. A pesar de que los exámenes de acceso están abiertos por igual a hombres y mujeres, más del 80 por ciento de los notarios siguen siendo hombres. Rosalía Pérez menciona que no se trata de una falta de oportunidades, sino más bien de una cuestión de decisiones personales y de tiempo. “A mí no me trataron distinto por ser mujer cuando hice mi examen… el tema es más bien una cuestión de disciplina y tiempo”.
En este sentido, Treto también opina que la disparidad responde en parte a las responsabilidades personales y profesionales que suelen recaer más en las mujeres, como el cuidado de los hijos y el hogar, lo que puede limitar su tiempo para dedicarse al estudio y la preparación para estos exámenes tan exigentes. “Lo que sí hemos tratado de hacer es corregir en la parte de capacitación… es donde se les dificulta a las mujeres, porque claro, estas dobles jornadas que tienen las mujeres, la verdad es que los compromisos que asumimos naturalmente no es que sean los correctos, pero así funciona”.
En cuanto a asumir que las cuotas de género sean la solución más efectiva para equilibrar la participación, Brenda Sánchez especifica que “no sólo se trata de tener notarias por decreto… se trata de que notarias y notarios otorguen servicios confiables, sólidos y que den certeza jurídica, y eso se logra teniendo a los y las mejores”, argumenta, subrayando la importancia de preservar la excelencia en el proceso de acceso al notariado
El Futuro del Notariado: Más Mujeres y Mayor Transparencia
Las entrevistadas coinciden en que el notariado mexicano tiene un futuro prometedor, no sólo en términos de inclusión femenina, sino también en la modernización del gremio. La directora del Instituto concluye con optimismo: “Esperemos que en los próximos años contemos con más mujeres notarias… un notariado con mayor perspectiva, que sean profesionales que otorguen plena confianza”.
Por su parte, Pérez resalta la importancia de la función social del notario y cómo esta vocación debería estar guiada siempre por el compromiso de ayudar a las personas: “Me parece que es desde el ejemplo que cada uno damos… que la sociedad sienta la afabilidad y la confianza de acudir con un profesional que va a resolverle sus problemas”.
Visibilizar la carrera notarial entre las jóvenes abogadas y asegurar que tengan el apoyo necesario para competir en igualdad de condiciones, es una de las principales metas. “El reto está en incentivar a las mujeres que están estudiando abogacía; que conozcan el apasionante mundo de la fe notarial”, concluye Sánchez, destacando que la clave para aumentar la representación femenina radica en una mayor participación desde las aulas universitarias.
La transformación del notariado mexicano es un trabajo en curso, pero las acciones afirmativas y los programas de apoyo ya están marcando una diferencia. Con más mujeres capacitadas y dispuestas a competir, y con un enfoque en la excelencia profesional, el gremio notarial se encamina hacia un futuro más equitativo y moderno, en el que la tecnología y la inclusión de género jugarán un papel crucial.
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