El pasado 8 de junio, un grupo de aproximadamente 25 trabajadores del hotel “El Cid” en Puerto Morelos, Quintana Roo, acompañados por un presunto (y la verdad, ya característico) grupo de golpeadores de la CROC (quien es dirigida por Martín de la Cruz Gómez;) en el municipio de Puerto Morelos; mencionaron en una entrevista, que no se ha respetado el pacto al que llegó la actual secretaria del Trabajo de Quinta Roo, Catalina Portilla Navarro, con los representantes legales del hotel “El CID”. Esto, debido a que presuntamente la CROC pretende quedarse con el Contrato Colectivo de Trabajo, el cual actualmente pertenece a la CTM.
El pacto, que bien podría calificarse como mañoso y abusivo, se realizó el pasado 12 de abril en las instalaciones de la Junta Local de conciliación, tras acciones violentas adjudicadas a la CROC, tiene como finalidad obligar a la empresa a NO poder terminar la relación laboral con ningún trabajador mientras dure el conflicto intersindical (sin importar que los trabajadores roben, ingieran alcohol dentro de las instalaciones de la empresa, agredan verbal o físicamente a otros compañeros que no comparten sus ideales, fumen marihuana o sustancias similares, etc).
Lo anterior derivado de que la secretaria del Trabajo Estatal, Catalina Portilla, quien por cierto está por irse, en ningún momento supo poner control sobre la CROC y sus mañas de antaño, al contrario, los respaldó en decisiones arbitrarias durante su gestión.
Lamentable, por su incapacidad, consiente que 25 trabajadores, de un total de aproximadamente 800, conviertan al hotel “El Cid” Puerto Morelos, en un lugar donde predomina el desorden, el libertinaje, y la falta de autoridad, en la que unos cuantos trabajadores, en su mayoría meseros, se sienten dueños y creen que pueden pasar por encima de cualquiera, a razón del supuesto pacto que los hace intocables.
De esto hay muchas pruebas, ya que existen resultados de exámenes de alcoholímetro, en los que varios de los croquistas han salido positivos; pero a razón del pacto, la empresa no puede hacer nada, pasando por encima incluso, de la Ley Federal del Trabajo.
Parece broma lo que ocurre dentro de los bares y restaurantes del complejo turístico, pues se han encontrado a meseros ingiriendo bebidas alcohólicas en ellos o consumiendo estupefacientes dentro de su horario de trabajo, recibiendo como sanción únicamente un acta informativa; por si fuera poco, los huéspedes se han visto afectados por agresiones por parte de los trabajadores croquistas.
¿Qué hace el estado de Quintana Roo frente a los conflictos intersindicales?, ¿dejarse manipular y controlar por la CROC, representada por unos cuantos trabajadores, que se saben intocables debido a un pacto que realizó el mismo gobierno para favorecer a su pseudo líder sindical?
La realidad es que el hotel “El Cid” Puerto Morelos, hoy se encuentra secuestrado por 25 trabajadores croquistas, gracias al aval del estado.
Pero, ojo, esto no termina con la salida de la secretaria del trabajo, Catalina Portilla, pues según lo publicado en los grupos de whatsapp de los trabajadores croquistas, se afirma que la gobernadora electa del estado de Quintana Roo, Mara Lezama, conoce del conflicto intersindical y que una vez que tome posesión del gobierno en septiembre entrante, va a apoyar a la CROC para quedarse con la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo. Y es que, en palabras del líder Croquista Martín de la Cruz Gómez, Mara Lezama “se la debe” por haberla apoyado en campaña.
En su afán de desestabilizar a la empresa, los trabajadores croquistas han intentado incitar y amedrentar a otros trabajadores para realizar paros laborales. Por citar un hecho, el pasado 31 de mayo, a un mesero de nombre “Enrique” se le vio tratar de juntar a un grupo de trabajadores en horario de trabajo, para realizar un paro de labores, sin embargo, no lo apoyaron, intento fallido.
Mediante la creación de grupos de whatsapp conocidos como “Junta Conciliación #1′” “CROC” y “Grupo activo de hoy” se propaga información falsa que incita a paros laborales violentos, para hostigar, molestar, discriminar y difamar a trabajadores que NO son afines a la CROC.
Los trabajadores de “El Cid” tienen miedo de ir a trabajar; mencionan que constantemente, sus compañeros (afines a la CROC) los humillan, los insultan, los graban y los amedrentan, diciéndoles que una vez que llegue Mara Lezama a la gobernatura y tengan la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo, van a correr a todos aquellos que nos los apoyaron en su “lucha”.
Unos cuantos croquistas, tienen amagado el hotel, mientras que los asociados, que sí quieren trabajar, que son la gran mayoría, viven con miedo a enfrentarse al poder del estado y a perder sus empleos por la ambición de la CROC.
La vieja escuela, en la que predominaba la voluntad de quien tuviera más golpeadores y de quien tuviera a la “autoridad” de su lado.