Cierro los ojos. Tengo que abrirlos de inmediato… Un sin fin de recuerdos vienen a mi mente y me hacen volver a penar, a llorar, a sufrir.
Te he llorado, le he suplicado al viento para que vuelvas, le he llorado al sol pidiéndole que me cubra por que siento frío. Le he rogado a la luna, para que cuando tu la mires, siempre te acuerdes de mí.
Arrasaste conmigo, sabías cada uno de mis puntos débiles… “siempre fui vulnerable a ti”. El día que me dijiste adiós, arrancaste con furia mi corazón, lo torturaste, pero no lo mataste, lo colocaste en una pequeña hoguera para que las memorias y amor que siento por ti jamás desaparezcan.
Ahora le quiero decir al viento que ya no te exprese nada, que se vuelva ausente.
Le quiero suplicar al sol que no te cubra con su luz.
Le diré a la luna que te recuerde cada noche que me vio llorando por ti.
Te acordarás de mí y resonará todo lo bello que te di. Te aseguro que vas a llorar, cariño mío, pero mis brazos contigo ya no estarán, mis labios no besarás. Estas manos jamás, te lo prometo, jamás sentirás.
He apagado la hoguera.