A partir de un análisis filosófico, social y económico, el libro Introducción a la economía comunitaria: una contribución a la economía moral. Una pasión compartida propone la creación de modelos de mercado alternativos, equilibrados e incluyentes basados en dicho esquema, como una alternativa sostenible capaz de adaptarse a las diferentes realidades de México.
La publicación independiente se presentó el 23 de enero de 2025 en la Dirección de Estudios Históricos (DEH), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) —dependencia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México—, bajo la moderación de Carlos San Juan Victoria (investigador de la DEH), donde economistas consideraron que la producción comunal requiere la participación de todos sus integrantes, quienes comparten una forma de vida y pensamiento vinculada con el respeto por la naturaleza.
Uno de los autores de la obra, el economista Baldemar Hernández Márquez —adscrito a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH)—, refirió que para el libro se consideraron las ideas planteadas por el filósofo Adam Smith, por el comunista Karl Marx y por Paul Samuelson, ganador del Premio Nobel de Economía en 1970 (entre otros pensadores), así como las prácticas comunales de los pueblos originarios.
Uno de los temas centrales del texto expone que las soluciones económicas no son aplicables para todas las regiones del país, por lo que es necesario desarrollar políticas públicas dirigidas a fortalecer las economías locales, respetando sus usos y costumbres, así como la comunalidad que las sostiene.
Asimismo, analiza los Centros Integradores de Desarrollo (CID): programa impulsado por el Gobierno de México durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, el cual se implementó en Aguascalientes, Colima, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Sonora, Hidalgo y Tabasco para facilitar el acceso a los programas sociales entre la población históricamente más vulnerable.
El propósito de esa iniciativa —explicó Isaac Zúñiga Ortega, funcionario de la CNH— es promover la autogestión y brindar, a las y los habitantes, herramientas con las que puedan resolver las problemáticas y necesidades particulares de cada región.
En su intervención, Ricardo Rojas Montero —coautor del texto, adscrito también a la CNH— explicó que la intención de mostrar la experiencia de la implementación de la economía comunitaria es incentivar la reflexión, con el fin de elaborar políticas públicas vinculadas con el desarrollo, en las que “el gobierno sea un facilitador y no un impositor, de tal manera que la propia comunidad defina el camino a seguir”.
Este planteamiento y su fundamentación teórica se presentan en la primera parte de la obra; mientras que los capítulos 2 y 3 abarcan los valores culturales y la transferencia tecnológica como ventajas competitivas para incrementar los ingresos de las familias, así como la rentabilidad de los programas sociales en casos específicos.
El último apartado realiza un análisis econométrico sobre el impacto de las transferencias económicas realizadas a través de los CID y sus efectos en los diferentes niveles socioeconómicos.
Pablo Enrique Yanes Rizo —también economista, adscrito a la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación— comentó que la obra “es una reflexión sobre la posibilidad de construir nuevos caminos para la economía mediante la revisión de distintos procesos de transformación de las estructuras económicas históricas, tendencias mundiales y experiencias concretas”.
“Es una oportunidad para elaborar una política pública donde la economía se ponga al servicio de la gente y no al revés”, finalizó.
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