La Pirámide de la Luna, uno de los monumentos más emblemáticos de Teotihuacan, podría haber marcado el eje de orientación astronómica de esta antigua ciudad. Según un reciente estudio realizado por un equipo de especialistas en arqueoastronomía de la Universidad del Tepeyac (UT) y la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), sus vértices están alineados con los solsticios de verano e invierno, lo que destaca su importancia en la configuración urbana y ritual de Teotihuacan.
Descubrimientos Claves
El estudio, coordinado por el investigador Ismael Arturo Montero García, reveló que la Pirámide de la Luna está alineada de tal forma que sus vértices señalan el rumbo del amanecer durante el solsticio de verano (al noreste) y el ocaso durante el solsticio de invierno (al suroeste). Esta orientación no solo subraya la importancia de la estructura, sino que también sugiere que los teotihuacanos utilizaron el paisaje natural, como el volcán Xihuingo y el cerro Maninal, como puntos de referencia para calibrar su calendario agrícola y ritual.
Un Nuevo Modelo de Orientación
La investigación plantea un modelo de orientación diferente al enfoque tradicional que centraba su atención en la Pirámide del Sol. Para los especialistas de la UT y la ENAH, la Pirámide de la Luna, ubicada al final de la Calzada de los Muertos, es la edificación más importante de Teotihuacan. Esta pirámide no solo otorgó un volumen monumental que produce un efecto de frontalidad visual, sino que también estableció una relación proporcional con la delimitación perimetral del espacio, conteniendo las visuales en un eje longitudinal.
Implicaciones Astronómicas y Calendáricas
El eje de simetría de Teotihuacan, marcado por la Calzada de los Muertos con un acimut de 15º 25′, ha sido un enigma por décadas. Sin embargo, se ha demostrado que esta orientación está relacionada con fechas específicas del calendario solar. Por ejemplo, la escalinata de la Pirámide del Sol apunta al ocaso del sol los días 29 de abril y 13 de agosto, y al amanecer los días 12 de febrero y 29 de octubre, fechas que coinciden con los ciclos agrícolas y rituales de los teotihuacanos.
La Pirámide de la Luna como Observatorio
La Pirámide de la Luna también guarda alineaciones precisas. Según Montero García, tomando como referencia el lado este de la pirámide y trazando una perpendicular a la mitad, se obtienen las alineaciones para el 29 de octubre y el 12 de febrero. Repitiendo el ejercicio del lado oeste, se obtienen las alineaciones para el 29 de abril y el 13 de agosto. Estas fechas son clave en la cosmovisión prehispánica, asociadas con el calendario ritual de 260 días, conocido como tonalpohualli.
Documentación Visual y Modelos Digitales
Para probar estas hipótesis, el equipo utilizó imágenes fotográficas y de video obtenidas mediante vuelos de dron, operados por Rafael Morales Orozco, y desarrolló modelos digitales ilustrados por la geógrafa Anabell Pérez Flores. Estos recursos visuales serán fundamentales para las futuras publicaciones y presentaciones sobre el tema.
Actividades de Divulgación
Como parte de las acciones de divulgación, Arturo Montero impartirá la conferencia titulada “El paso cenital del Sol entre Teotihuacan y el AIFA” y el taller astronómico “Manchas solares” el domingo 14 de julio de 2024 en el Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinametzin, ubicado en el corredor cultural del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. La conferencia comenzará a las 12:50 horas y el taller a las 13:40 horas. La entrada será libre para ambos eventos.
Estos eventos ofrecen una oportunidad única para que el público conozca más sobre los avances en la investigación arqueoastronómica y la importancia de Teotihuacan en la historia prehispánica de México.
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