- A través de entrevistas con diversos especialistas, el video plantea distintos escenarios y síntomas de la ansiedad originada por pérdidas históricas.
- Dentro de su cuerpo de obra, el video destaca como pieza clave en el trabajo que el artista ha dedicado al concepto de reparación.
Es bien conocido que, tras una amputación, muchos pacientes sufren dolor y una variedad de sensaciones, desde el calor al hormigueo, en la extremidad ausente. Kader Attia, uno de los artistas claves de inicio de este siglo, toma como punto de partida el síndrome de los llamados “miembros fantasmas” para explorar el modo en que las sociedades poscoloniales sufren la memoria del trauma y la pérdida, en términos de la fantasía de la restitución de una completud imaginaria.
Reflecting Memory [Memoria refleja, 2016], video de su autoría que estará disponible en la Sala10 del muac del 15 de agosto de 2022 al 8 de enero de 2023, es clave en la investigación que Attia ha dedicado al concepto operativo de la “reparación” como táctica tanto objetual y social de los colonizados y como desafío político de las colectividades. La pieza involucra un ejercicio en torno al potencial que tiene la reflexión para aliviar el síntoma de la pérdida y para comprender la radicalización identitaria y religiosa del siglo xxi.
Filosofía de la pérdida
Kader Attia investiga el fenómeno del dolor y la sensación de los llamados “miembros fantasmas”, de quienes han sufrido una amputación como metáfora de los fenómenos que ocurren en la sociedad con respecto a los traumas colectivos. A través de entrevistas con médicos, psicoanalistas y toda clase de pensadores, el video que se presenta en la sala virtual del muac plantea diversos escenarios y síntomas de la ansiedad originada por pérdidas históricas. Esta cuestión recorre por igual tanto el intento de los islamistas por restaurar el Califato como la pretensión occidental de la cura o reparación total. A las diversas reflexiones y especulaciones de sus entrevistados, Attia añade la imagen especular de una terapia de restitución. Se trata de un filme sobre el papel que la memoria desempeña como momento constituyente de toda reflexión y el modo en que la duplicación que ofrecen los espejos también es la imagen de la acción de “reparación” en sus múltiples significados.
“La trayectoria de Kader Attia es una especie de floración crítica en la que uno a uno se abren conceptos, casos y argumentos que, en conjunto, trazan una filosofía de la pérdida en una perspectiva marcada por la experiencia y el proyecto de la decolonización”, señala Cuauhtémoc Medina, curador de este proyecto. En primera instancia, dice, la práctica de Attia exploró el impulso general por la “reapropiación” que llevan a cabo los herederos de las sociedades colonizadas, quienes aspiran a recuperarse del despojo a manos del llamado “universalismo” de los imperios.
En un segundo momento, agrega el curador en jefe del muac, Attia ha registrado una serie de prácticas, tanto objetuales como conceptuales, con que las sociedades afectadas por los estragos de la colonización y la modernización efectúan su “reparación”, ya sea a través de la tarea artística y social de elaborar una memoria de cicatrices o, en sentido opuesto, al pretender, como el occidente contemporáneo, borrar la huella del trauma reproduciendo su violencia.
El papel del reflejo
En una conversación sostenida entre el curador y el artista, Cuauhtémoc Medina le pregunta a Kader Attia sobre el significado del “reflejo” en su obra, dada la importancia que tienen los espejos en algunas de sus obras, como la instalación Holy Land (Tierra Santa, 2006), la serie Mirrors and Masks (Espejos y máscaras, 2005) y en The Light of Jacob’s Ladder (La luz de la escalera de Jacob, 2013).
“Más que un recurso material”, dice Medina, “me parece que tu fascinación por el espejo supone un momento de examen alucinatorio, en cuanto a la visión de una identidad destrozada y reparada implícita en tus espejos cosidos, ya sean de tela o de vidrio”. Al respecto, Attia comenta: “Me persigue la multitud de papeles que desempeña la reflexión. A veces como sombra, otras como complemento, en ocasiones como un fragmento, pero, aun siendo esquivo, el reflejo es una prótesis virtual; y como el esquivo objeto del deseo, se pierde para siempre… El reflejo es la primera imagen tecnológica producida por el sujeto humano. Esta proyección es tal vez impulsada por el deseo del objeto. La experiencia del espejo tiene un papel fundamental en la inserción del sujeto humano en la sociedad tecnológica a la que pertenece, desde la más temprana invención de las herramientas. Unifica un cuerpo dislocado y pre-reparado (la percepción de este cuerpo) en un sujeto. El espejo ha marcado mi historia individual por medio de los mitos que se le asocian y de la violencia física que ejercen los fragmentos del espejo roto… El espejo es inherente al cuerpo… Es la prótesis física del cuerpo imaginario”.
En el recorrido que ha hecho Kader Attia, el video Reflecting Memory [Memoria refleja, 2016] es un referente crucial.
Kader Attia, Reflecting Memory [Memoria refleja], 2016
Video 45’56’’
SEMBLANZA
Kader Attia (Francia, 1970; vive y trabaja en Argel y en Berlín)
Kader Attia es un artista que explora los amplios efectos de la hegemonía cultural y el colonialismo occidentales. La base de su investigación son los conceptos de herida y reparación, que utiliza para enlazar distintos campos del conocimiento, como la arquitectura, la música, el psicoanálisis, la ciencia médica y la curación tradicional y las creencias espirituales. A toda su práctica multimedia, que va de la escultura a la instalación cinematográfica, la reparación no indica una vuelva a un estado indemne, sino que hace visibles las cicatrices inmateriales de la lesión psíquica.