Soy un alma que la vida ha condenado a encontrarte
no sé aún quién eres y cada día te busco,
te busco y bien sabes que es para adorarte.
Me has escuchado cuando en el silencio
el viento a tu oído susurró mi nombre,
sé que he respirado tu perfume intenso
cuando melancólica me perdí mirando al horizonte.
Tu corazón palpita dentro de mi pecho,
cuando la tristeza de nuevo me ha alcanzado.
Una tarde muy hermosa, cerca de llegar el verano
con un discreto roce de manos nos habremos encontrado
sabré por tu sonrisa que al fin llegó el momento
sabrás que nos amaremos como jamás nadie ha amado.