Vagoneros, una
mafia que estorba
Diariamente inundan los pasillos y vagones del Sistema de Transporte Colectivo –Metro para ofrecer una infinidad de mercancías. Utilizados por los políticos, vilipendiados por algunos usuarios e ignorados por otros, los vagoneros señalan que no se irá, pese a las amenazas del gobierno, pues no hay alternativas de empleo para ellos.
Hace 40 años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) le concedió permiso a vendedores ambulantes para utilizar el espacio del Sistema de Transporte Colectivo Metro. El costo fue la cooptación de líderes y la utilización de estas personas de bajos recursos en actos de propaganda para los partidos o candidatos.
Al día de hoy, los vagoneros les estorban y ya no importan a los políticos, aunque por muchos años se les utilizó como gente acarreada para favorecer al gobierno de la ciudad.
Según el censo de la Gerencia de Seguridad Institucional del Sistema de Transporte Colectivo (STC-Metro), en la Ciudad de México hay 2,868 vagoneros liderados por 15 organizaciones distintas.
Una auténtica mafia que funciona a través de Asociaciones Civiles quienes se encargan de marcar su territorio en las vías.
Cómo en todos los grupos, las reglas y códigos de comportamiento tienen que ser escrupulosamente respetadas, como la antigüedad a la hora de elegir a sus líderes, encargados de distribuir los equipos de venta, como las mochilas-bocina, los discos y demás materiales a los vendedores.
Según esta misma fuente, durante el año 2010 se realizaron 78.645 remisiones. Cada vagonero es llevado a los juzgados unas 27 veces al año. Ellos con la mercancía cubierta de bolsas de plástico negras, sortean entre los vagones a la policía que les sigue muy de cerca.
Entre los vagoneros, licenciados y familias enteras que trabajan hasta doce horas al día, para sacar a sus hijos adelante. Cada semana se acercan a alguno de los grandes mercados de la ciudad, para abastecerse de los productos.