Sex shop
Las sex-shops son lugares que para algunos puede parecer grotescos o vulgares y poco apetecibles para entrar y curiosear.
Lluvia López
Sex shop es un anglicismo que en español se traduce como tienda del sexo. Este nombre se utiliza para designar a un establecimiento donde se venden libros XXX, revistas y películas pornográficas, lencería erótica, juguetes sexuales, productos para practicar el sexo seguro (como condones masculinos y femeninos) y otros artículos relacionados con el sexo.
Pero también pueden resultar informativas y de ayuda para las parejas que tienen problemas en la intimidad o que necesitan algo de “picardia” en su relación; cosas que ayudan a los amantes a aumentar la excitación, o buscan aumentar el placer y potencializar la diversión durante el sexo.
Hasta hace pocos (aproximadamente 15 años) las tiendas eróticas eran consideradas del bajo mundo, estaban escondidas y quienes entraban a ellas eran considerados sucios y perversos.
Sin embargo, hace 10 años se inauguró la primera franquicia mexicana de sex shops la cual le apuesta a que las parejas aburridas en sus relaciones rutinarias se atrevan a experimentar cosas nuevas en su relación.
Los sex shops se han vuelto comunes en las grandes ciudades de España, Canadá, EE. UU., México, Colombia, Chile, Argentina y algunos otros países de América Latina, pero muy raramente se encuentran en poblaciones medianas o pequeñas, ya que todavía existe cierto estigma al respecto.
En la ciudad de México, como prácticamente en todos los lugares del mundo, se admite la entrada a mayores de edad. La mayoría de las tiendas existe una variedad de juguetería erótica y dulces con formas de penes, vaginas o senos, sin faltar la lencería comestible con diversos sabores agradables.
Algunas sex shops se conviertes en centros de entretenimiento, ofrecen espectáculos, como proyecciones de cine porno, sesiones de striptease en vivo y Peep Shows - actuaciones diseñadas para la gente que disfruta del voyeurismo-; la mayoría de los clientes en estos establecimientos suelen ser varones y parejas.
También existe otro tipo de sex shops, principalmente en Canadá y EE UU, que además de vender productos relacionados con el sexo, ofrecen talleres de educación sexual impartidos por sexólogos profesionales.
No olvidemos los sex shops online, que ofrecen amplios catálogos de productos y la comodidad del cliente de permanecer en el anonimato. Ya no hay que mentir a los vendedores y decir que el vibrador de turno "es para una amiga" o que las bolas son "para un regalo de broma" porque todas estas cosas ya se pueden comprar por Internet.
Pero a veces las sex shops pueden ser lugares realmente exquisitos que sí despiertan los sentidos y la imaginación.
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