Regresar a nuestra respiración natural es fundamental para que tengamos una salud perfecta....
Una de las prácticas centrales del yoga es pranayama: la ciencia del control de la respiración, o más exactamente, la manipulación de prana, la energía vital, a través de ejercicios de respiración. Prana es una sola palabra sánscrita para decir respiración, vida y energía cósmica. Yama se puede traducir como restricción. Esta forma de yoga tiene efectos físicos, mentales y espirituales y entre sus efectos están la vitalidad, la claridad mental y los estados superiores de conciencia.
El prana es la energía que está presente en todo el universo. Es lo que genera vida, transformación y movimiento. Hace que las cosas se hagan manifiestas y desarrollen según la inteligencia universal. Es el fundamento de la vida cósmica. El prana es el medio que conforma nuestros aspectos más sutiles. Conecta nuestro ser corpóreo con nuestro cuerpo astral. Es a través de esta fuerza universal que podemos elevar la energía kundalini y que nos lleva a estados superiores de conciencia. El yoga como técnica es en esencia el manejo del prana.
El prana es una de nuestras principales fuentes de energía, además de los alimentos. Aunque circula a través de nuestro ser energético, también se manifiesta en nuestro cuerpo de una manera material, en nuestra respiración.
Regresar a nuestra respiración natural (profunda, rítmica y que emplea la totalidad de la capacidad pulmonar) es fundamental para que tengamos una salud perfecta. Cuando inhalamos y exhalamos adecuadamente tenemos muchísima energía. Nuestro sistema de defensas está más fuerte y todas nuestras células hacen sus funciones de manera adecuada al estar bien nutridas: crecimiento, desintoxicación, digestión, regeneración etc. Todo nuestro ser funciona mejor y nuestro bienestar aumenta.
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