Películas snuff, entre
el asombro y la duda
Las películas Snuff (también conocidas como White Heat o The Real Thing) son aquellas donde se tortura, viola y asesina con el único objetivo de registrar estos hechos por algún medio audiovisual con una finalidad: comercializarlas.
Son grabaciones de asesinatos, violaciones, torturas, suicidios, necrofilia, infanticidio, entre otros crímenes reales (sin la ayuda de efectos especiales o cualquier otro truco). A la fecha nunca se ha logrado comprobar la existencia real de uno de estos filmes, si bien algunos mitos han surgido al respecto, la mayoría se han comprobado como películas normales con efectos especiales donde no se cometieron delitos reales contra seres humanos.
La primera película que se comercializó como si fuera realmente de snuff fue Slaughter, filmada en Argentina en 1971. Dirigida por Michael y Roberta Findlay, era una réplica de los asesinatos perpretados por el clan Manson, y no fue estrenada. En 1976, para recuperar el dinero invertido, el productor Allan Shackleton decidió agregarle algunas escenas de muertes falsas, cambiarle el título a Snuff y reestrenarla con un impactante subtítulo: “Filmada en Sudamérica, donde la vida es barata”.
Cuando Snuff se estrenó en los cines de Nueva York, causó un enorme revuelo: activistas de los derechos humanos, feministas, y el público en general estaban asqueados por la idea del film. Pero rápidamente la gente se dio cuenta de lo burdo de los efectos especiales, que no dejaban lugar a la duda, y al alivio: la película no era más que una actuación, sumada a una excelente campaña de marketing.
Tras el escándalo, la policía investigó la película y el productor debió retractarse y agregar una leyenda: “nadie fue lastimado en la filmación de esta película”.
Desde entonces muchas son las supuestas películas snuff que han ido apareciendo, si bien prácticamente todas han sido desmentidas. El secretismo y la ilegalidad que rodea este mundo hace imposible determinar si es una realidad o una leyenda urbana.