Este método proporciona un efecto relajante y favorece el bienestar
La reflexología es un sistema de cartografía de los reflejos de todo el cuerpo en una parte del cuerpo en particular. Las orejas, las manos y los pies tienen puntos de reflexología que pueden ser estimulados para producir cambios beneficiosos en la zona correspondiente del cuerpo. La reflexología también puede ser realizada exclusivamente para la relajación.
Es recomendable realizar los siguientes pasos en cada oreja dos o tres veces por día para la relajación. Este ejercicio proporciona un efecto calmante y es especialmente efectivo cuando se realiza justo antes de irse a la cama.
1. Siéntese cómodamente en una zona tranquila y con la espalda recta. Frote las manos enérgicamente o póngalas bajo el agua caliente del grifo. Coloque la palma de la mano sobre la oreja durante 15 segundos.
2. Tire del lóbulo de la oreja mientras la acaricia con el pulgar y los dos primeros dedos presionándola suavemente. El pulgar debe estar detrás del lóbulo con sus dos dedos en frente. Golpee el lóbulo suavemente de 5 a 10 veces y continúe este movimiento a lo largo del cartílago exterior presionando suavemente sobre la marcha.
3. Invierta la posición de la mano dejando el pulgar en la parte frontal de la oreja y los dos los dedos índice y medio detrás. Siga con los golpes suaves de manera descendente hasta completar toda la oreja.
4. Frote la superficie interior de la oreja con la punta del dedo índice. Comience en la apertura de la oreja y trabaje gradualmente hasta el borde exterior. Frote la curva y pliegue de cada oreja, incluyendo su parte posterior.
Este masaje aporta beneficios tales como calmar los nervios, reforzar la relación entre el cerebro y el resto del cuerpo, mejorar la concentración, agudizar la percepción y favorecer el bienestar global y la salud en general.
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