Jesús Malverde es conocido como el santo de los narcos, su nombre real era Jesús Juárez Mazo. Su existencia siempre se ha puesto en duda, pero la leyenda dice que nació el 24 de diciembre de 1870 y murió el 3 de mayo de 1909 en Sinaloa.
Redacción Visiónmx
Se le conoce como un hombre de cabello negro y ojos azabache, que era un asaltante. Su estatua no es reconocida por la iglesia católica, principalmente porque no tuvo una vida virtuosa ni realizó milagros.
Tiene capillas en varios lugares, la principal es la de Culiacán en Sinaloa, pero hay en Tijuana, Baja California; en Badiraguato, Sinaloa y en Chihuahua, Chihuahua. También en Colombia y Los Ángeles.
El mito de Malverde
Por los años donde presuntamente vivió, hay datos que no pueden corroborarse, por lo cual se pueden tomar como verdad algunos que en realidad no lo son.
Lo que se dice de Malverde es que operaba en los Altos de Culiacán, que robaba sólo a la gente de dinero, al estilo Robin Hood.
Su muerte no tiene una sola versión, algunos dicen que fue ejecutado y otros que un amigo lo traicionó y lo entregó a las autoridades. Sin embargo la más difundida es que fue herido en un enfrentamiento, y que la herida le produjo gangrena, por lo cual, al saber que su captura generaba recompensa, esperó a que un amigo suyo lo entregara y cobrara el dinero para repartirlo entre los pobres.
Su relación con el narcotráfico se dio porque de acuerdo con algunas fuentes, en los años 70 el capo Julio Escalante ordenó matar a su hijo Raymundo, quien fue arrojado al mar; pidió ayuda a Malverde y un pescador lo salvó. Esta historia se reprodujo y fue entonces como narcotraficantes como Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca, Amado Carrillo acudieron a la capilla de Malverde y su popularidad se extendió.
19 de octubre de 2018
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