La melancolía
de los góticos
Los jóvenes góticos viven en la tragicidad, la melancolía y se alejan de lo socialmente convencional.
Son selectivos en sus preferencias discográficas, literarias y cibernéticas, y valoran mucho la creación artística. Señalados por sectores conservadores como satánicos, vampiros, depresivos, entre muchos adjetivos más, estos jóvenes son vistos como una amenaza para los valores familiares y sociales por su imagen, ataviada totalmente de negro, y su supuesta relación con un mundo satánico y maligno lleno de demonios, fantasmas y vampiros que habitan en sus gustos literarios, musicales, cinematográficos y cibernéticos.
¿Qué es lo que vuelve atractiva para muchos jóvenes la imagen de un mundo macabro y siniestro donde imperan la muerte, la oscuridad, seres infernales y la idea de un mundo muerto y decadente que no tiene nada que ofrecerles salvo alienación y hastío? En buena medida la respuesta está en la relación entre su desencanto de la sociedad y sus instituciones y el consumo de la música alternativa, que se constituye como la puerta de entrada a ese mundo sombrío y como el referente para ir elaborando un sentido autonómico y crítico que se asume como oscuro.
Los monstruos de las novelas romanticistas o las películas de terror no son más que metáforas de la condición humana que también cobran vida en las canciones y otras manifestaciones artísticas de este movimiento para dar cuenta de una manera crítica y creativa de distintos aspectos de la vida social.
La música para los góticos incipientes se convierte en una vía para acceder a formas de pensamiento más complejas que les son significativas para la comprensión de sí mismos y de diversos aspectos de la vida en sociedad. Igualmente, las novelas romanticistas, las películas de terror o con temáticas extraídas del pospunk se constituyen para los góticos incipientes en los principales referentes para ir elaborando cierto tipo de ideas, como el "no futuro" o el gusto por todo aquello considerado grotesco o repugnante por algunos sectores sociales.
Asimismo, el movimiento gótico privilegia el gusto por el pasado y regresar a éste es una experiencia vivencial de no estar en el presente.
La genealogía musical del movimiento gótico es relativamente reciente y no tiene sus raíces en el heavy metal o alguna de sus variantes como el black metal, como pudiera aparentar, sino en la música pospunk, época en la que muchos grupos ingleses, principalmente, comenzaron a experimentar con nuevos sonidos, ritmos y temáticas. La cultura gótica tiene tintes anarquistas y melancólicos heredados del punk, y se constituye en un movimiento autonómico respecto de las instituciones, que fue aglutinando desde la década de los ochenta las tendencias más oscuras de la música, el cine y la literatura para dar forma a una singular forma de ver el mundo.
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