3 años atrás de hoy y con una inversión de alrededor de 12 y medio millones de pesos un nuevo edificio que simbolizó el cambio de la administración de justicia en Quintana Roo fue inaugurado. Tres años después, aquel prometido cambio en la justicia aún está lejos de ofrecer garantías procesales a muchos acusados... Y el edificio está cayéndose a pedazos.
Redacción Visionmx
Un claro ejemplo de la monumental corrupción y la mala calidad en la obra pública lo ofrece el Edificio de los Juzgados Orales de Playa del Carmen que sin embargo, pese a todas las evidencias de fallas y mala calidad, no existen evidencias de que esté siendo objetado a los contratistas o siendo investigadas las instancias de obra pública que intervinieron para su construcción.
A los más de 12 millones gastados apenas hace 3 años habrá de sumarle algunos más por las necesarias reparaciones. Y por supuesto no hay contratistas acusados y tampoco investigaciones por ese inocultable fraude en la construcción.
Dos de los tres personajes que inauguraron ese flamante edificio, monumento a la corrupción, están encarcelados: Roberto Borge Angulo de quien durante estos días se espera que incluso se le dicte una sentencia que podría no ser mayor a 5 años, mientras que el ex presidente municipal Mauricio Góngora Escalante de hecho está a un paso de obtener la libertad debido a fallas procesales.
De los tres personajes que aquel día, orondos, develaron la placa que lleva sus nombres sólo el magistrado Fidel Gabriel Villanueva Rivero continúa en el ámbito político, en este caso en la administración de justicia (aunque contrario al lapsus de la narración en video no es ya el titular del poder judicial). Ninguno de esos tres personajes -y que se sepa nadie la administración pública- está señalado por haber propiciado tan baja calidad y el evidente fraude no sólo en ese edificio sino en muchos otros del Poder Judicial en el Estado.
El gobierno de Carlos Joaquín González y el nuevo Consejo de la Judicatura del Poder Judicial de Quintana Roo tampoco han emprendido acciones en contra de estos evidentes fraudes. Tal vez la razón es porque en caso de llevar a cabo obra pública actualmente los mismos vicios pudieran repetirse.
Aunque la realidad es que el gobierno de Carlos Joaquín González, que ha elevado la deuda pública al 300% de lo que recibió por Roberto Borge, aún no tiene obra pública visible y ello es inexplicable que suceda con una deuda que creció de 22 mil millones de pesos, heredados por todas las administraciones anteriores, a casi 60 mil millones de pesos que ahora celosamente guardan el secreto.
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26 de noviembre de 2018
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